sábado

ACEITE DE COLZA

La intoxicación por consumo de aceite de colza provocó cerca de 700 muertos en España.
El Síndrome del Aceite Tóxico (SAT), provocado por la ingestión de esta sustancia desnaturalizada con anilina, afectó a más de 20.000 personas en la década de los 80.
La intoxicación por el consumo de aceite de colza provocó cerca de 700 muertos en España en la década de los 80. Más de 20.000 personas se vieron afectadas por el Síndrome del Aceite Tóxico (SAT). El origen de la enfermedad se encontró en el consumo de aceite de colza desnaturalizado con anilina. Fue la mayor intoxicación de la historia de España, cuyas víctimas aún siguen padeciendo las consecuencias.
El aceite de colza es una sustancia que se usa habitualmente de forma industrial y para automóviles. Contiene elementos tóxicos como la anilina que puede ser mortal si se ingiere, se inhala o tiene contacto con la piel.
Su venta en nuestro país se realizó de forma fraudulenta, en garrafas de plástico, se importó de Francia y fue usada por algunos aceiteros para su consumo humano tras extraerle la anilina mediante el sometimiento a altas temperaturas. Este proceso dio lugar a la creación de compuestos tóxicos que causaron la grave intoxicación y la enfermedad conocida como SAT.
La mayoría de las víctimas y afectados fueron personas de la clase trabajadora, que en su mayoría vivían en zonas del centro de España, pero no se hallaba ningún nexo entre ellos. El caso desconcertó al Gobierno de la UCD, a las autoridades sanitarias y sobre todo, a la población. Las investigaciones que relacionaron las muertes tardaron un año en verificar que la causa común era el consumo del aceite.
Las causas de la enfermedad.
Los afectados tenían un período de latencia de diez días y tres fases clínicas con neumonía atípica, tromboembolismo, hipertensión pulmonar, calambres y fuertes dolores musculares, además de daños en el hígado. No obstante, muchas de las claves de la enfermedad se han conocido muchos años después con el genoma humano, que permitió demostrar que una predisposición genética influyó en el desarrollo con mayor gravedad de algunos de los consumidores del aceite.
En este sentido, se están llevando a cabo investigaciones sobre el síndrome SAT que intentan determinar el porqué algunas personas, aún perteneciendo a la misma familia, murieron poco después de la ingestión del aceite, otras sufrieron graves secuelas y otras trastornos más leves.
Otros estudios han logrado verificar que no todas las garrafas vendidas contenían la misma cantidad de veneno, por lo que no todas las víctimas desarrollaron la enfermedad de la misma forma.
Un largo proceso judicial.
Las causas judiciales que se abrieron por la mayor intoxicación de la historia de España fueron numerosas y el proceso aún no ha concluido ya que todavía quedan más de 8.500 indemnizaciones que los afectados no han podido cobrar.
El primer juicio se celebró en 1987, se prolongó un año, y en él comparecieron más de 1.500 testigos y 200 peritos. La sentencia condenó a 13 aceiteros y reconoció a 330 fallecidos, frente a los 605 que se contabilizaron oficialmente. Más adelante, la Audiencia Nacional revisó el caso, amplió las penas impuestas y aumentó el número de envenenados.
Se abrió otra causa paralela, que imputaba a altos cargos del gobierno de UCD, para no descartar la posibilidad de decretar la responsabilidad civil subsidiaria en el Estado para que así se hiciera cargo de las indemnizaciones, pues los empresarios se declararon insolventes.
Las causas se han revisado en los años 1995, 1996, 1997, 1998, 2000 y 2002, cuando el entonces ministro de Justicia, José María Michavila, informó que el Estado había pagado 1.427 millones de euros en indemnizaciones. Sin embargo, aún hay bastantes que no han sido cobradas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario